Periódico La Jornada
Jueves 5 de diciembre de 2013, p. 13
En el despacho presidencial de Palacio Nacional ocurrió ayer un inusual encuentro. Enrique Peña Nieto y Alberto Patishtán se conocieron y hablaron durante casi una hora. El mandatario firmó el 31 de octubre el acta de indulto del profesor tzotzil, quien pasó 13 años encarcelado.
Al salir del despacho, Patishtán dijo haber expuesto al titular del Ejecutivo su reconocimiento por haber valorado las cosas, y que si bien esto desde un principio debió ocurrir, “mi reconocimiento –reiteró– fue a las autoridades y al señor Presidente, que por fin sí lo hizo”.
En ese mismo diálogo, Alberto Patishtán pidió al presidente Peña Nieto revisar los procesos judiciales de muchos prisioneros sometidos a condiciones similares a las vividas por él.
“Le comenté de la situación que yo sufrí o padecí –ese fue el planteamiento– y que hay muchos presos indígenas y no indígenas; que se tomen en cuenta también sus derechos, de que así como encontraron en mi caso algunas grandes violaciones a mis derechos, que los de muchos compañeros se analicen. Él escuchó y espero que se practique todo eso y que del beneficio que me dieron a mí, otros presos se puedan beneficiar”, declaró al término del encuentro.
La información sobre la cita entre el profesor chiapaneco y el presidente Peña Nieto empezó a trascender antes del mediodía.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, acompañó al maestro tzotzil. En la escalinata central del Palacio Nacional usó la expresión del defensor de derechos humanos Miguel Álvarez, de Serapaz –presente en la reunión— para describir como
encuentro histórico
lo ocurrido momentos antes.
Más tarde, un comunicado de prensa de la Presidencia consignando el diálogo, también dio cuenta de la solicitud del maestro Patishtán sobre la necesidad de revisar la situación de muchos encarcelados injustamente.
Y al respecto, precisa:
el presidente Peña ofreció estar atento a casos que se ubiquen en ese supuesto
.