Alberto vestido de camisa roja
manga larga, pantalón azul y una sonrisa de cumpleañero escuchó con alegría las
palabras de sus visitantes. La mesa dispuesta en un patio interior de la cárcel
estaba rodeada de sillas y bancas de madera en las que atentos descansaban
Rosario, Emi, Juan, Benjamín, Alejandro, Florentina y sus dos hijos de 11 y 3
años, Pedro, Julia con su hijo de 2 años y Juan.
Tere tomó la palabra diciendo
estamos en el momento prometido de entregar el regalo de cumpleaños que Beverly
y John Berger te mandan, Alberto. Un libro: “De
A para X. Una historia en cartas” La dedicatoria: PARA ALBERTO Y LA LIBERTAD EN SU
CORAZON. CON GRAN RESPETO. ABRAZOS FUERTES. JOHN. Y el otro regalo un
cuaderno: PARA ALBERTO, TU CUADERNO. ABRAZOS. JOHN.
Tere continuo refiriéndose a la
pareja Berger como “nuestros maestros, nuestros totikes”. John dice que
nuestros muertos y los que aun no han nacido vivimos juntos. Nos acompañaron en
el duelo por la partida física de Don Andrés Aubry y nos consolaron con su
presencia visitando Chiapas en 2007. De esa visita tenemos grandes recuerdos
porque nos mostraron como Don Andrés seguiría presente entre nosotros y continuaríamos
trabajando con él. Apreció nuestras preguntas y nos envolvió con su cariño y su
mirada profunda y amorosa.
Otro regalo que nos han hecho,
explico Tere, fue una flor amarilla de un arbusto de su casa con la
dedicatoria: Una promesa de la primavera
aquí en los nevados Alpes.
Leyó algunos párrafos del libro
obsequiado e hizo la entrega con un abrazo entre aplausos y sonrisas de quienes
atestiguaban el momento.
Alberto
tomó la palabra y dijo: Gracias por sus
regalos. El hombre nunca va a llegar a conocer todo, aprende leyendo y en esta
tempestad este libro lo veo como un tesoro.
Fue entonces que Hermann tomó dos
sorbos de café y dijo, John Berger nació en Londres en 1926. Es un gran
novelista, poeta, ensayista. Conocedor de la cultura visual sabe de pintura,
fotografía, dibujo.
Hermann siguió haciendo una
semblanza de Berger, nos compartió datos sobre su larga solidaridad con el
pueblo palestino. También sobre su amistad con el movimiento en Chiapas a
partir de 1995. Berger, dijo, es un intelectual muy comprometido con las causas
justas. Y es de los más grandes escritores del mundo.
En los 24 años de historia de Ojarasca, comentó Bellinghausen, Berger
ha sido un referente importante para el equipo, su editor Ramón Vera se
convirtió en el traductor al español de Berger.
La docena de espectadores escuchó
con curiosidad el poema de Berger sobre un poeta turko del siglo pasado que
estuvo encarcelado durante más de una década.
Luego de un aplauso muy sentido,
Javier se refirió a las palabras de Berger en 2007: “nos llegaron al corazón,
nos lo estrujó”, y siguió comentando, Berger habló de la mirada como una
ventana del alma al referirse a su visita en Oventic los compañeros zapatistas,
se cubren el rostro pero dejan abierta la ventana del alma. Entonces Javier dio
lectura al poema “El séptimo hombre” de Atyla Joseph, poeta proletario de
Hungría en los años 30’s.
Alberto escuchaba pensativo,
sereno, con su mirada hacia el suelo de tierra.
Comentamos: este momento ha sido de comunicación
desde la cercanía. La visita llegaba a su fin, nos llevamos el agradecimiento
de Alberto y de cada uno de los presentes junto a los saludos
cariñosos para John y para Beverly.
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