Municipio de El Bosque, Altos de Chiapas, 17 de marzo 2012.
Tres treinta de la tarde. Domo municipal, cancha de básquet. Dos mantas con
foto, nombre y petición de libertad de Alberto Patishtán Gómez. Casi mil
personas del municipio y lugares aledaños. Está presente su familia, sus
compañeros y vecinos. Unos pocos visitantes fuereños invitados y que conocieron
al profesor en alguna de las cárceles que estuvo recluido.
Le hacen presente con su palabra testigos de la falsedad de
su acusación, de los intereses para acusarlo, de la negligencia intencional de
los juzgadores, testimonios de su carácter y comportamiento hasta ese día 19 de
junio del año 2000 en que fue detenido, arraigado y encarcelado durante 12
años, injustamente. Uno tras otro tomaron el micrófono delante de sus
conciudadanos, de sus vecinos y conocidos y fueron testimoniando:
- “Yo le hablé ese día, a esa hora no pudo estar
donde fue la violencia”.
- “Me saludó cariñoso como siempre a la entrada
del trabajo, no tengo miedo de decirlo porque es verdad”.
- “Siempre trabajó por el pueblo, ayudaba
escribiendo y redactando porque era maestro y sabía letras y hablar español”.
- “Hablé
con él y con mi compadre a esta hora y venía de su reunión, iba a su casa, el
taxista lo trajo de allá”.
- “Hubo
gente que tuvo miedo y no declaró, pero bien saben”.
- “Fuimos a
San Cristóbal y a Tuxtla a declarar lo mismo que decimos ahora, pero no
escucharon”.
Hombres y mujeres hablaron durante horas, dijeron las
verdades de entonces y relataron de la vida de Alberto Patishtan Gómez, con
quien jugaron, crecieron, estudiaron y convivieron el mismo día 12 de junio, el
día de la violencia y sangre de que lo culpó la llamada “justicia”, la que le
encarceló injustificadamente.
- “¿Alberto
es un delincuente?
- “Nooo”
- “¿Es
inocente?”
- “Síiii”
Como una voz colectiva los cientos de personas responden
alto y claro, lo dicen juntos y lo saben juntos.
Toman la palabra los invitados y relatan de lo que conocen, de
un Alberto encarcelado que sigue buscando justicia no solo para él sino para
otras personas injustamente encarceladas que encuentra en los penales. De un
Alberto que se organiza y lucha. De un profesor que nos enseñó de honestidad,
dignidad y solidaridad. Y que ha llegado a los corazones de mucha gente en el
estado de Chiapas, en la república mexicana y en muchos países del mundo.
- “¿Lo
queremos libre?”
- “Sí, Sí”
Del pueblo de El Bosque, de sus barrios y gente sale esta
voz, esta palabra, sale este deseo. Su gente que ha conocido el sufrimiento, la
violencia contra ellos, contra ellas, el miedo que queda tras la violencia, el
silencio que la continúa, la permanente injusticia que soportan y en Alberto
Patishtan y en este día se manifiestan contra ese pasado y su voz un grito por
otro futuro, de convivencia, de justicia y de libertad para su vecino, su
compañero, su familiar y amigo. Se ven en Alberto y quieren la libertad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario