
La acusación no es menor, siete muertos en una emboscada, seis policías de seguridad pública y un comandante de la policía municipal en junio del año 2000.
Desde entonces su injusto encarcelamiento. Sí, injusto, porque es inocente de esa acusación. Sobre eso debe decidir el Tribunal, sobre el Reconocimiento de Inocencia de Alberto Patishtan Gómez.
Para ese
Reconocimiento de Inocencia hay razones sólidas. En primer lugar y por ser ésta
una actuación judicial, hay razones jurídicas. Las presentadas por sus abogados
“Defensa Estratégica en Derechos Humanos A.C.” desmontando las bases
acusatorias ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y ahora incluidas
en el alegato presentado ante el propio Tribunal citado. Razones para invalidar
acusación y proceso. Razones jurídicas fueron las argumentadas por dos
Ministros de esa Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ponente del
proyecto la Ministra Olga Sánchez Cordero y el Ministro Arturo Zaldívar, a favor de tomar la causa y las
argumentaciones lo fueron en el estricto campo de las leyes. Razones jurídicas
fueron argumentadas por gente de la abogacía en los Amicus Curiae enviados por la Universidad de Minnesota y los
servicios jurídicos de la Confederación General del Trabajo en apoyo de esta
causa. Desde el interior del mundo de las leyes y de la judicatura hay razones
estrictamente jurídicas para este Reconocimiento de Inocencia. Es jurídicamente
razonable y posible. Es un acto de Justicia.

En tercer
lugar también hay razones políticas, porque este reconocer la inocencia de
Alberto Patishtan Gómez no es una victoria partidaria, no es un arma política
arrojadiza de unos contra otros grupos o institutos políticos. Es una victoria
de la tenacidad en buscar Justicia en no abandonar la esperanza. A día de hoy
es sin duda el preso mexicano más conocido en el mundo, desde 46 países miles
de grupos, personas e instituciones sociales han levantado sus voces pidiendo
su libertad y lo hacen reconociendo que es una persona injustamente
encarcelada. Su libertad será reconocida en el mundo no como una arbitrariedad
sino como un acto de Justicia.
Y en la
República Mexicana, las voces que se han levantado con el mismo reclamo moral y
ético de Justicia son numerosas, desde el Movimiento por la Paz con Justicia y
Dignidad, la Red Todos los Derechos para Todos (que reúne 75 organismos de
defensa de Derechos Humanos), desde las Universidades estudiantes y profesores,
ciudadanos artistas, religiosos, educadores, campesinos, trabajadores,
familias. Ciudadanas y ciudadanos que en todo el abanico de la sociedad
mexicana afirman que reconocer la inocencia de Alberto Patishtan Gómez es un
acto de Justicia.
Hay razones
claras y sólidas, razones jurídicas, razones sociales y políticas para
Reconocer la Inocencia de Alberto Patishtan Gómez, un acto de Justicia.
Por:
Cecilia Santiago y Javier Matas del Colectivo Ik’
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