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EN LIBERTAD EL 31 DE OCTUBRE 2013

Un Acto de Justicia



Hoy 12 de septiembre el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, con sede en Tuxtla Gutiérrez, decidirá sobre el futuro de un hombre, Alberto Patishtan Gómez, sentenciado a 60 años de reclusión de los que ha cumplido trece. 
La acusación no es menor, siete muertos en una emboscada, seis policías de seguridad pública y un comandante de la policía municipal en junio del año 2000. 
Desde entonces su injusto encarcelamiento. Sí, injusto, porque es inocente de esa acusación. Sobre eso debe decidir el Tribunal, sobre el Reconocimiento de Inocencia de Alberto Patishtan Gómez.

Para ese Reconocimiento de Inocencia hay razones sólidas. En primer lugar y por ser ésta una actuación judicial, hay razones jurídicas. Las presentadas por sus abogados “Defensa Estratégica en Derechos Humanos A.C.” desmontando las bases acusatorias ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y ahora incluidas en el alegato presentado ante el propio Tribunal citado. Razones para invalidar acusación y proceso. Razones jurídicas fueron las argumentadas por dos Ministros de esa Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ponente del proyecto la Ministra Olga Sánchez Cordero y el Ministro Arturo Zaldívar,  a favor de tomar la causa y las argumentaciones lo fueron en el estricto campo de las leyes. Razones jurídicas fueron argumentadas por gente de la abogacía en los Amicus Curiae enviados por la Universidad de Minnesota y los servicios jurídicos de la Confederación General del Trabajo en apoyo de esta causa. Desde el interior del mundo de las leyes y de la judicatura hay razones estrictamente jurídicas para este Reconocimiento de Inocencia. Es jurídicamente razonable y posible. Es un acto de Justicia.

En segundo lugar hay sólidas razones sociales. Desde el mismo día de su detención la gente del pueblo tsotsil de El Bosque, en los Altos de Chiapas, donde nació, creció, y siempre vivió Alberto Patishtan Gómez, reclamaron su libertad por conocer que no era culpable de los hechos y durante estos años han dirigido esta petición a los gobernadores del estado de Chiapas y a los presidentes de la República Mexicana que se han ido sucediendo en estos cargos a lo largo de trece años. Han caminado y marchado por esta reclamación y públicamente lo han expresado “Alberto es inocente” y así lo han dicho públicamente la gente de las once Parroquias del Equipo Tsotsil de la Diócesis de San Cristóbal “El pueblo creyente defiende al inocente”. En enero del 2010 el Obispo Emérito Samuel Ruiz García entró en el penal e hizo entrega del “Reconocimiento jtatic Samuel jcanan lum” una expresión pública de reconocer en él un cuidador del pueblo. Con Alberto Patishtan en prisión una parte del corazón indígena de México está encarcelada. Su liberación no avalaría ideas de impunidad, no levantaría indignaciones ni provocaría alarma social (como otras sí lo han hecho), muy al contrario será vivida como un acto de Justicia.

En tercer lugar también hay razones políticas, porque este reconocer la inocencia de Alberto Patishtan Gómez no es una victoria partidaria, no es un arma política arrojadiza de unos contra otros grupos o institutos políticos. Es una victoria de la tenacidad en buscar Justicia en no abandonar la esperanza. A día de hoy es sin duda el preso mexicano más conocido en el mundo, desde 46 países miles de grupos, personas e instituciones sociales han levantado sus voces pidiendo su libertad y lo hacen reconociendo que es una persona injustamente encarcelada. Su libertad será reconocida en el mundo no como una arbitrariedad sino como un acto de Justicia.

Y en la República Mexicana, las voces que se han levantado con el mismo reclamo moral y ético de Justicia son numerosas, desde el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la Red Todos los Derechos para Todos (que reúne 75 organismos de defensa de Derechos Humanos), desde las Universidades estudiantes y profesores, ciudadanos artistas, religiosos, educadores, campesinos, trabajadores, familias. Ciudadanas y ciudadanos que en todo el abanico de la sociedad mexicana afirman que reconocer la inocencia de Alberto Patishtan Gómez es un acto de Justicia.

Hay razones claras y sólidas, razones jurídicas, razones sociales y políticas para Reconocer la Inocencia de Alberto Patishtan Gómez, un acto de Justicia. 

Por: Cecilia Santiago y Javier Matas del Colectivo Ik’



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