Después de trece años de cárcel, Alberto Patishtán no puede callar
cuando es testigo de injusticias. “Ella misma nos da las herramientas
para luchar”, señala.
Desinformemonos / Susana Norman / CMI Guatemala
El preso político tzotzil habla sobre su
historia, en la que ya perdió la cuenta de las huelgas de hambre que ha
realizado y en la que ha aprendido muchas lecciones, entre ellas que
“las mujeres también tienen derecho de luchar”.
El profesor advierte que es a veces el
interior de las personas el que les impide que luchen, no la
cárcel. ”Todavía tenemos muchas cosas que enseñar y que aprender”,
declara Patishtán.
Publicado el 19 de agosto de 2013
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