Por: Claudia Magallanes Blanco
2013-04-24
Desde el año 2000 el profesor tzotzil Alberto Patishtán ha estado en la cárcel. Es un preso político. Es el fundador de La Voz del Amate.
Es adherente a la sexta del EZLN. Es un hombre de convicciones,
solidario, fuerte. Perdió la vista a causa de un tumor cerebral mal
diagnosticado. En octubre de 2012 lo operaron y le quitaron parcialmente
el tumor. A partir de esta cirugía ha recuperado la vista. El día de
ayer, martes 23 de abril, el profesor Patishtán fue trasladado al
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suarez”,
en la Ciudad de México, para una revisión médica a seis meses de su
cirugía. Posteriormente regresará al penal número 5 de San Cristóbal de
las Casas Chiapas.
En este penal el pasado jueves 18 de abril por la tarde Alberto Patishtán recibió la visita del gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello. De acuerdo con el comunicado de los presos solidarios con La Voz del Amate, “el gobernador en presencia del señor procurador del estado y el secretario de Seguridad Pública del estado se comprometió a liberarnos en un corto plazo, al mismo tiempo le dio indicaciones al licenciado Raciél López Salazar de actuar de forma inmediata para obtener nuestras libertades robadas por las injusticias” (http://albertopatishtan.blogspot.mx/).
En este penal el pasado jueves 18 de abril por la tarde Alberto Patishtán recibió la visita del gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello. De acuerdo con el comunicado de los presos solidarios con La Voz del Amate, “el gobernador en presencia del señor procurador del estado y el secretario de Seguridad Pública del estado se comprometió a liberarnos en un corto plazo, al mismo tiempo le dio indicaciones al licenciado Raciél López Salazar de actuar de forma inmediata para obtener nuestras libertades robadas por las injusticias” (http://albertopatishtan.blogspot.mx/).
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Todos estos actos, por pequeños que puedan parecer suman corazones, intenciones y preocupaciones que ponen de manifiesto que la libertad del profesor Alberto Patishtán es un asunto de derechos humanos y de justicia que no se olvida y que seguimos exigiendo, esperando. La hora llegará.
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